Cómo tener un buen divorcio

Cómo tener un buen divorcio

Introducción

El divorcio es una situación difícil que implica un cambio radical en la vida de las personas que lo atraviesan. Aunque puede ser una decisión necesaria y beneficiosa para la salud emocional de los cónyuges, también puede generar mucho estrés, dolor, conflicto y resentimiento. Por eso, es importante saber cómo tener un buen divorcio, es decir, cómo afrontar la separación de forma amigable, respetuosa y pacífica.

En este artículo, te ofrecemos algunos consejos prácticos y útiles para lograr un buen divorcio, tanto desde el punto de vista legal como psicológico. Además, te respondemos a algunas preguntas frecuentes que pueden surgirte en este proceso. Al final, encontrarás una conclusión y una invitación a contactarnos si necesitas ayuda profesional.

¿Qué es un buen divorcio?

Un buen divorcio es aquel que se realiza de mutuo acuerdo entre los cónyuges, sin entrar en disputas innecesarias ni alargar los trámites legales. Un buen divorcio implica que ambos cónyuges aceptan la ruptura como una realidad inevitable y buscan la mejor forma de adaptarse a su nueva situación, respetando los derechos y las necesidades de cada uno y de sus hijos, si los tienen.

Un buen divorcio no significa que no haya dolor ni tristeza, sino que se gestionan estas emociones de forma adecuada, sin dejarse llevar por el rencor, la culpa o el orgullo. Un buen divorcio tampoco significa que se mantenga una relación de amistad con el ex cónyuge, sino que se establece una comunicación cordial y civilizada, sobre todo si hay hijos en común.

¿Qué beneficios tiene un buen divorcio?

Tener un buen divorcio tiene múltiples beneficios para todas las partes implicadas. Algunos de ellos son:

  • Se reduce el impacto negativo del divorcio en la salud mental y física de los cónyuges, ya que se evitan situaciones de estrés, ansiedad, depresión o insomnio.
  • Se favorece el bienestar de los hijos, si los hay, ya que se les protege del conflicto entre sus padres y se les ofrece un ambiente más seguro y estable.
  • Se ahorra tiempo y dinero en los trámites legales, ya que se simplifican los procesos y se evitan los costes de abogados y procuradores.
  • Se facilita la reconstrucción de la vida personal y social de los cónyuges, ya que se les permite cerrar el ciclo anterior y abrirse a nuevas oportunidades y experiencias.

¿Qué pasos hay que seguir para tener un buen divorcio?

Para tener un buen divorcio, es necesario seguir una serie de pasos que abarcan tanto el aspecto legal como el emocional. A continuación, te explicamos cuáles son:

1. Reflexionar bien antes de solicitar el divorcio

El primer paso para tener un buen divorcio es estar seguro o segura de que es la mejor opción para ti y para tu pareja. Antes de tomar esta decisión tan importante, es conveniente reflexionar sobre las causas que han llevado a la crisis matrimonial, las posibles soluciones o alternativas y las consecuencias que tendrá el divorcio para ti y para tu familia.

En algunos casos, puede ser útil acudir a una terapia de pareja para intentar resolver los problemas existentes o mejorar la comunicación. En otros casos, puede ser conveniente probar una separación temporal para ver cómo se siente cada uno sin el otro y si hay posibilidad de reconciliación. En cualquier caso, hay que evitar tomar decisiones impulsivas o basadas en emociones negativas como el enfado o el despecho.

2. Buscar asesoramiento legal

El segundo paso para tener un buen divorcio es buscar asesoramiento legal sobre los aspectos jurídicos que implica la separación. Es recomendable contar con la ayuda de un abogado especializado en derecho de familia que pueda orientarte sobre los requisitos legales, los tipos de divorcio (contencioso o de mutuo acuerdo), los documentos necesarios, el convenio regulador (donde se establecen las medidas relativas a los hijos, la vivienda familiar, las pensiones, etc.) y el proceso judicial.

El asesoramiento legal te permitirá conocer tus derechos y obligaciones como cónyuge y como progenitor o progenitora, así como las opciones más favorables para tu caso concreto. Además, te facilitará llegar a un acuerdo con tu pareja sobre los aspectos más importantes del divorcio, evitando conflictos innecesarios y agilizando los trámites.

3. Apoyarse en la red social

El tercer paso para tener un buen divorcio es apoyarse en la red social, es decir, en las personas que te quieren y te apoyan, como familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. El divorcio es una situación que puede generar sentimientos de soledad, tristeza, frustración o inseguridad, por lo que es fundamental contar con el respaldo emocional de las personas que te rodean.

La red social te puede ofrecer un espacio de desahogo, de escucha, de consejo y de distracción. Además, te puede ayudar a recuperar tu autoestima, tu confianza y tu ilusión por la vida. No obstante, hay que evitar caer en el victimismo, en la dependencia o en la manipulación. También hay que respetar la intimidad y la privacidad de tu ex pareja y no involucrar a terceras personas en los conflictos que puedan surgir.

4. Cuidarse a uno mismo

El cuarto paso para tener un buen divorcio es cuidarse a uno mismo, tanto física como emocionalmente. El divorcio puede afectar a tu salud si no le prestas atención a tus necesidades básicas y a tus hábitos de vida. Por eso, es importante que mantengas una alimentación equilibrada, un descanso adecuado, una actividad física regular y una higiene personal óptima.

Además, es importante que cuides tu salud emocional, gestionando adecuadamente las emociones que puedas experimentar durante el proceso de divorcio. Para ello, puedes recurrir a técnicas de relajación, de respiración o de meditación. También puedes realizar actividades que te gusten, que te diviertan y que te hagan sentir bien, como leer, pintar, escuchar música, viajar, etc.

Buscar la ayuda de un mediador o psicólogo especializado en divorcios puede ser una decisión sabia. Estos profesionales pueden proporcionar orientación imparcial y ayudar a las parejas a navegar por las complejidades emocionales y legales del divorcio. Algunos beneficios de trabajar con ellos incluyen:

1. Facilitar la comunicación. Los mediadores y terapeutas pueden actuar como intermediarios neutrales, lo que facilita conversaciones difíciles y evita el aumento de la hostilidad.

2. Desarrollar acuerdos equitativos. Ayudan a las parejas a llegar a acuerdos justos sobre cuestiones como la custodia de los hijos, la división de bienes y las finanzas.

3. Manejo del estrés y las emociones. Ofrecen herramientas para lidiar con el estrés y las emociones que surgen durante el proceso de divorcio, ayudando a mantener un enfoque más tranquilo y centrado.

Cómo tener un buen divorcio

5. Proteger a los hijos

El quinto paso para tener un buen divorcio es proteger a los hijos, si los hay, del impacto negativo que puede tener la separación de sus padres. Los hijos son los más vulnerables en esta situación y pueden sufrir consecuencias como ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas de conducta o dificultades académicas. Por eso, es fundamental que los padres les ofrezcan un entorno seguro y estable donde puedan expresar sus sentimientos y recibir el apoyo y el cariño que necesitan.

Para proteger a los hijos del divorcio, es necesario seguir algunas pautas como:

  • Informarles de la decisión de forma clara y sincera, adaptando el mensaje a su edad y madurez.
  • Explicarles las causas y las consecuencias del divorcio sin entrar en detalles ni culpar al otro progenitor.
  • Asegurarles que el divorcio no implica que sus padres les quieran menos ni que ellos tengan la culpa de nada.
  • Respetar su derecho a mantener una relación con ambos progenitores y con el resto de la familia extensa.
  • Evitar involucrarles en los conflictos entre los padres o utilizarles como mensajeros o aliados.
  • Mantener una rutina y unas normas lo más estables posibles para darles seguridad y confianza.
  • Estar atentos a sus reacciones y necesidades y ofrecerles ayuda profesional si fuera necesario.

Si hay hijos involucrados, su bienestar debe ser una prioridad principal durante el proceso de divorcio. Aquí hay algunas pautas esenciales:

1. Mantener la comunicación abierta con los niños. Hablen con sus hijos sobre el divorcio de una manera apropiada para su edad. Escuchar sus preocupaciones y responder con amor y empatía.

2. Evitar poner a los niños en medio. No utilicen a los niños como mensajeros o armas en disputas entre adultos. Mantengan a los niños fuera del conflicto tanto como sea posible.

3. Colaborar en la crianza compartida. Siempre que sea posible, trabajen juntos en la crianza compartida. Mantener la consistencia en la vida de los niños es crucial para su estabilidad emocional.

Los mitos sobre el divorcio

Antes de sumergirnos en cómo tener un buen divorcio, es importante desmitificar algunas creencias erróneas comunes. Muchas personas asumen que el divorcio siempre debe ser una batalla legal y emocional. Aquí hay tres mitos que debemos superar:

Mito 1: El divorcio es una guerra donde uno gana y el otro pierde. En realidad, el divorcio puede ser un proceso en el que ambas partes trabajen juntas para encontrar soluciones equitativas y satisfactorias. Ganar no debería ser el objetivo; el objetivo debería ser encontrar una resolución que funcione para ambos.

Mito 2: El divorcio es un fracaso personal. El divorcio no debe verse como un fracaso, sino como una evolución en la vida de una pareja. Las personas cambian con el tiempo, y las relaciones también pueden evolucionar o terminar de manera natural. No es un reflejo de la valía personal.

Mito 3: Los niños siempre sufren en un divorcio. Si bien un divorcio puede ser desafiante para los niños, no todos los divorcios tienen un impacto negativo en ellos. Cómo se maneje la situación y la comunicación entre los padres pueden marcar la diferencia en la forma en que los niños lo experimentan.

Preguntas frecuentes sobre el buen divorcio

A continuación, te respondemos a algunas preguntas frecuentes que pueden surgirte sobre el buen divorcio:

¿Qué hacer si mi pareja no quiere el divorcio?

Si tu pareja no quiere el divorcio y se niega a firmar el convenio regulador o a acudir al juzgado, puedes optar por el divorcio contencioso. Este tipo de divorcio se realiza sin el consentimiento del otro cónyuge y requiere la intervención de un juez que dictamine las medidas correspondientes. Sin embargo, este tipo de divorcio suele ser más largo, más costoso y más conflictivo que el de mutuo acuerdo. Por eso, es recomendable intentar convencer a tu pareja de las ventajas de llegar a un consenso o buscar una mediación profesional que facilite el diálogo.

¿Qué hacer si hay violencia doméstica?

Si hay violencia doméstica en tu matrimonio, lo primero que debes hacer es denunciar la situación ante las autoridades competentes y solicitar una orden de protección que te garantice tu seguridad y la de tus hijos, si los tienes. Además, debes buscar ayuda profesional, tanto legal como psicológica, que te oriente y te apoye en el proceso de divorcio. La violencia doméstica es una causa suficiente para solicitar el divorcio y puede influir en las medidas que se adopten respecto a la custodia de los hijos, la pensión alimenticia o el uso de la vivienda familiar.

¿Qué hacer si tengo dudas sobre el divorcio?

Si tienes dudas sobre el divorcio, lo mejor es que busques información fiable y contrastada sobre los aspectos legales y emocionales que implica. Puedes consultar fuentes como libros, revistas, páginas web o blogs especializados en el tema. También puedes acudir a profesionales como abogados, psicólogos o mediadores que puedan resolver tus preguntas y ofrecerte un asesoramiento personalizado. No obstante, recuerda que la decisión final sobre el divorcio solo te corresponde a ti y a tu pareja, y que debes basarte en tus propios criterios y valores.

¿Es posible tener un divorcio amigable si hubo una traición o una gran discordia?

Sí, es posible tener un divorcio amigable incluso cuando ha habido traición o discordia en la relación. Aunque puede ser desafiante, la comunicación abierta y el compromiso con el entendimiento mutuo son clave. La ayuda de un mediador o terapeuta también puede ser invaluable en estas situaciones.

¿Cuánto tiempo lleva tener un buen divorcio?

La duración de un buen divorcio puede variar según las circunstancias individuales. Algunos pueden llegar a acuerdos en cuestión de meses, mientras que otros pueden necesitar más tiempo. Lo importante es centrarse en la calidad del proceso en lugar de la rapidez.

¿Es normal sentir tristeza y duelo durante un buen divorcio?

Sí, es completamente normal sentir tristeza y duelo durante un divorcio, incluso si es amigable. El fin de una relación significativa es una pérdida, y es natural experimentar emociones difíciles. Buscar apoyo emocional a través de amigos, familiares o terapeutas puede ser de gran ayuda.

Conclusión

En conclusión, queridos lectores, es importante recordar que un buen divorcio es posible cuando las parejas se esfuerzan por comunicarse de manera abierta y respetuosa, buscan la ayuda de mediadores o terapeutas si es necesario, y priorizan el bienestar de sus hijos. No es un juego de ganar o perder, sino una oportunidad para cerrar un capítulo de la vida con respeto y dignidad.

Si están pasando por un divorcio o conocen a alguien que lo está, recuerden que está bien sentirse tristes o confundidos en este proceso. Pero también recuerden que, al trabajar juntos y mantener un corazón abierto, pueden encontrar un camino hacia un futuro más brillante.

La vida está llena de cambios, y el divorcio es uno de ellos. Pero con amor, paciencia y apoyo mutuo, pueden superar esta etapa y seguir adelante hacia nuevas oportunidades y un mejor entendimiento de ustedes mismos. ¡Ánimo en este viaje hacia un buen divorcio y hacia un futuro lleno de posibilidades!

Fuentes del artículo

Libros:

  1. «Cómo Sobrevivir al Divorcio: Guía Práctica para Hombres y Mujeres» de Robin, M. Smith.
  2. «Rebuilding: When Your Relationship Ends» de Bruce Fisher y Robert Alberti.
  3. «The Good Divorce: Keeping Your Family Together When Your Marriage Comes Apart» de Constance Ahrons.
  4. «Divorce Poison: How to Protect Your Family from Bad-mouthing and Brainwashing» de Richard A. Warshak.
  5. «The Co-Parents’ Handbook: Raising Well-Adjusted, Resilient, and Resourceful Kids in a Two-Home Family from Little Ones to Young Adults» de Karen Bonnell y Kristin Little.
  6. «Mom’s House, Dad’s House: Making Two Homes for Your Child» de Isolina Ricci.

Sitios web:

  1. DivorceMag: Ofrece artículos, recursos y consejos sobre diversos aspectos del divorcio, incluida la comunicación y la crianza compartida.
  2. American Psychological Association – Divorce: La APA proporciona información sobre el divorcio y sus efectos en la salud mental, además de consejos para manejar el proceso.
  3. DivorceNet: Ofrece una amplia gama de recursos legales y emocionales relacionados con el divorcio, incluidos artículos y calculadoras de manutención infantil.
  4. KidsHealth – Divorce: Este sitio se centra en cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a sobrellevar el divorcio y proporciona consejos sobre cómo hablar con ellos sobre la situación.
  5. Mediate.com: Un recurso valioso para encontrar mediadores y terapeutas especializados en divorcios amigables y resolución de conflictos.
  6. Our Family Wizard: Una plataforma en línea diseñada para ayudar a los padres divorciados a coordinar la crianza compartida y la comunicación de manera eficiente.

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